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Contrae tu abdomen fértil contra mi cuerpo frágil,
legado de tu sangre mezclada con la mía,
y aprieta un poco más que ya amanezca puro
este día mi llanto entre tus muslos, madre,
y así encomendarme al aire y a tus brazos,
esclavos para siempre de eterno amor por mí.
legado de tu sangre mezclada con la mía,
y aprieta un poco más que ya amanezca puro
este día mi llanto entre tus muslos, madre,
y así encomendarme al aire y a tus brazos,
esclavos para siempre de eterno amor por mí.
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Anabel - diciembre 2008-
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3 comentarios:
Bienvenida entre nosotros, Anabel.
Precioso tema en unos días en que celebramos, precisamente, eso: un nacimiento.
Tu poesía corta, pero apretada y cotundente, no sólo es descriptiva sino que forma parte del propio tema que evocas. Y como tal parto de tu espíritu sensible, dolorosa y rápida. Todo un milagro.
Con Carmina y contigo, tenemos garantizado un rincón sin par en la Fraga.
¡Nos vemos aquí¡
que forma más bonita, de transmitir el amor y la ternura infinita del amor, entre la madre y el hijo.
besos carmina
La íntima unión de dos seres, en un momento, se escinde en dos cuerpos autónomos y a la vez tan dependientes. El recien llegado te cautiva y te entregas a él dominada por la ternura.
Todo un milagro de AMOR Y VIDA.
Un fuerte abrazo.
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