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miércoles, 25 de octubre de 2017

Una vida permitida






            Me cuenta mi amigo Marcos que ha vivido toda su vida porque se la han permitido. Que en lo único que no lo hicieron fue al engendrarlo pero después, tuvo que pedir permiso para jugar, para coger nidos, para llegar más tarde de los tres silbidos, para levantarse de la mesa, para no ir a misa, para salir con la pandilla ... y hasta para escoger novia.

            Que pidió permiso a la novia para poder seguir preparando el examen final de Derecho Canónico sin salir a pasear y después, en la mili, permiso de pernocta. Pidió permiso a su mujer para hacer la jornada laboral completa, para la entrevista de su vida, para visitar a sus ancianos padres, para no ir de tiendas o para prolongar la hora de llegada ante la celebración de la cena de jubilación de su amigo de infancia.

            Pidió permiso en el trabajo para justificar la ausencia en la enfermedad propia o familiar y en sus vacaciones; venia para poder defender sus razones ante los Tribunales, y a sus hijos para viajar unos días y, al fin, pidió permiso al Gobierno para jubilarse tras más de cuarenta años cotizados para poder recuperar parte de lo que ingresó en su hucha vital.

            Hoy, jugando la partida de dominó de los jueves en el Centro de personas mayores, mientras la gana cerrándola con la blanca doble,  me dice que se ha declarado insumiso y no piensa pedir más permisos para vivir, que lo que le resta le pertenece exclusivamente a el y hará lo que le salga de sus "reales". Y a mí, cuando pago el café del perdedor, me embarga la emoción de pensar que el bueno de Marcos no es que se haya declarado insumiso, sino que, al fin, ha decidido ser feliz.



6 comentarios:

pallaferro dijo...

Con permiso,

Quisiera felicitarte brevemente por este relato breve, que resulta dos veces bueno.

Un fuerte abrazo, si me dejas.

Baruk dijo...

Con permiso y como ya te dije en su dia​, muy liberadora opción la de tu amiga Marcos. Lo que pasa que del dicho al hecho hay mucho trecho y tener que pedir permiso para vivir la vida a veces es tan solo una excusa para no afrontar lo evidente. Con permiso y si permites, ​dile a Marcos que quizá su felicidad ​pasa a partir de ahora por deshojar en cada decisión una margarita. Abrazines varios

SYR Malvís dijo...

¿ Puedo opinar?. Creo que habéis calado el mensaje. Es más, Barukita hasta ha cerrado la partida de dominó con el seis doble cuando propone la solución radical de repasar el llavero y tirar a la basura todas las llaves menos la única que abra la puerta de esa jaula de la foto de portada, que es lo mismo que deshojar la margarita. Se lo diré a Marcos.

Anónimo dijo...

Con la venia,Malvís :
Después de leer la declaración de intenciones de tu amigo Marcos,creo sinceramente que la llave la guardaba él desde el principio ,aunque fingía no recordar dónde.A veces es más sencillo encontrar excusas que tomar decisiones.No necesitará jugarse esta partida al azar,sino dando un salto en el vacío y aprendiendo a volar sin lastre, como los pájaros de los nidos que él cogía de niño sin importarle las consecuencias de desoír los tres silbidos . Lo suyo es un caso evidente de dejación de funciones o práxis en el ejercicio de su libertad.No pasa nada:¡Begin the begin!.��

SYR Malvís dijo...

Con permiso de Marcos. ¿ Y si Marcos hubiera nacido para, pidiendo permiso y asegurarse de que los demás sean felices, se proporcionara su propia felicidad?. ¿Podría ser más un recurso "egoísta" que una dejación de funciones?.

Anónimo dijo...

Ni para ti ni para mi,Malvís.¿Qué te parece si lo dejamos en "Una vida dedicada a los demás"?Creo que tu amigo Marcos estará de acuerdo,¿no?


Publicación 2006
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