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domingo, 3 de junio de 2018

VOLVER ENTERO ES LO QUE IMPORTA.


En su vida laboral había recorrido toda Europa y cuando fue abuelo, América del Norte. El principio lo vivió como ave migratoria, viajes de trabajo, aeropuertos, hoteles y reuniones tensas pero con el ánimo siempre dispuesto a negociar y los ojos espatarrados para empapar todos aquellos lugares que existían fuera de Albanchez de Mágina y que le resultaban tan inimaginables que lo hacían sentirse como explorador privilegiado en tierras ignotas. Lo segundo lo vivió no como gaviota sino como canguro: visitando a aquella hija que tomó su vuelo propio y paría en Estados Unidos, aunque él allí se sentía seguro no porque dominara el inglés y tuviera experiencia en visitar países extraños, sino porque siempre encontraba a algún albanchurro en la fila del "visa" que prudentemente le avisaba ¡ Chissss, chissss, Paquito, que soy el hijo de la "Ratona" y he venido a la boda de mi hija!.

Por eso, por todo eso, cuando aquel día en que ya el Gobierno le había concedido la cartilla de licenciamiento por jubileo me dijo que se proponía a conocer la otra mitad del mundo, me preocupó y me atreví a lanzarle una advertencia con el tono cariñoso y con el amor que únicamente se profesa a un querido hermano: .- Mira Paco, yo conozco a compañeros de trabajo que han estado en esos lugares extraños y me dicen que allí, o te matan  o te violan.-

Llegado el momento, se embarcó. Días eternos sin noticias y yo con un tentempié, una murga, un regomello en el estómago y un sin vivir. Al cabo de varios días que se me antojaron eternos, su primer wassap con una foto de un orangután de Borneo.


¡Mal empezamos!, comenté para mis adentros suponiendo que se había enfrentado a su presunto violador, aunque pronto mi duda se acrecentó al recibir dos días después otra foto de un gran lagarto indonesio al que de momento desprecié por puro desinterés. Además, que me pareció un derroche porque como no tardé en manifestarle, si de eso se trataba podría haberse ahorrado un pastón de dinero y sin salir de Mágina yo lo hubiera llevado a perseguir lagartijas al borde de la alberca de "La Alcatrofa" llevando una lupa de aumento que, al fin y al cabo, tampoco es para tanto. 




Pero Paco seguía insistiendo: que si ahora las "titis" - que yo creía que eran otra especie de monos, pero él se refería  a las jovencitas balinesas-; que si ahora el baile de mariposas con faldas amplias abiertas por los lados - que tampoco tienen que envidiar mucho a los refajos de las abuelas de Albanchez.


Y, al final... los bares junto al mar con las célebres camas balinesas. Me levanté como un resorte de la siesta y le advertí: .- Cuidado hermano, que ahí es donde te violan. Se hizo un silencio interminable en la comunicación.

Varios días después recibí un mensaje donde me decía que había vuelto y que nos veríamos en la boda del hijo de nuestro amigo Eduardo. Sentí una alegría indescriptible por saberlo vuelto de regreso. No quise entrar en intimidades y no formulé pregunta alguna, pero escribí a Eduardo y le dije que no me pusiera en la misma mesa de la celebración, porque en habiendo en el menú la típica morcilla embutida en tripa de res, su aspecto fálico podría ser susceptible de rememorar aficiones adquiridas en ultramar.

Vino elegantísimo al convite. Traje oscuro, corbata, chaleco y ese porte delgado y alto que nunca perdió y que hoy se adorna con una nutrida cabellera lisa teñida de plata que le confiere un cierto aire de galán de cine, tipo Gregory Peck.


Ante su insistencia de que había vuelto "entero" y que no estaba dispuesto a someterse a pruebas anatómicas de tipo alguno para demostrarlo, no solo me asaltó la duda por su negativa a la probanza, sino que además me trajo el recuerdo aprendido de  aquel aforismo jurídico que predica "excusatio non petita, accusatio manifesta". Nos dimos un abrazo delante de testigos y nos sentamos cada uno en nuestras respectivas mesas. 

Mientras me alejaba, le tiré un "te quiero" al aire y le grité:.- ¡ No te preocupes hermano, que lo más importante de todo es volver!.



4 comentarios:

pallaferro dijo...

Hay quienes no les gusta las historias de ciencia ficción, tal vez por ello prefieren aquellas aventuras que anuncian que "están basadas en hechos reales".
Tras larga trayectoria de embrolladas situaciones ficticias, llenas de hechos ilusorios, estados imaginarios y realidades irreales, quizà estamos ante una ocasión especial en que la realidad supera la ficción... podría este relatillo ser real como la vida misma? podría tratarse del ciego en el país de los tuertos?...
Aunque no podremos saberlo a ciencia cierta, salvo que nuestro Paco nos lo desvele!
Un abrazo,

Baruk dijo...

Nada que añadir al intenso y perspicaz comentario de pallaferro que aporta casi todo, tan solo observar que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, je,je

SYR Malvís dijo...

Así es, Baruk y Pallaferro. No se si en este relato la ficción supera o no a la realidad o únicamente la complementa. Tendrá que ser Paco quien jure o prometa, por su conciencia y honor, la verdad de lo sucedido. O eso, o que presente un certificado médico forense!

Pakitodfelipe dijo...

Cuando trabajó, conoció casi todas las capitales de España y luego, en la multinacional, casi todo el mundo. Se consideraba el viajero mejor pagado del mundo. Cuando se jubiló, arrastró el síndrome del viajero incansable. Hoy, sigue pensando en ir a Kanchatka, al norte de Vladiostok en el expreso siberiano, y de allí pasar a Japón, las Islas Kuriles y cruzar el estrecho de Bering hasta Alaska, coger un vuelo en Ancorage con escala en Mineápolis e ir a Filadelfia a ver a los nietos, antes de volver a Albáchez y cruzar el Barranco del Miedo. Pero eso sí, tendré que contárselo a Eduardo y a Manolo para que hagan apuestas de cuántas veces me han violado.


Publicación 2006
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