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lunes, 6 de junio de 2011

La realidad pervertida

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Qué fácil es hablar de lo que no se sabe, o juzgar lo que no se conoce. Estamos tan acostumbrados a hacerlo y a ver cómo los demás lo hacen, que se ha convertido en algo cotidiano. Todo, como siempre, comienza con un «me han dicho que aquel dice, que el otro día escuchó a alguien decir, que habían comentado a un vecino que se había enterado por el de enfrente, que el de la frutería había oído comentar…» Y así, estableciendo una cadena interminable de anónimos confidentes, soltamos la historia. Pienso que, en la mayoría de los casos, y es pensar de forma extremadamente positiva, estamos convencidos de la veracidad de lo que vamos a contar, y en otras ocasiones, las menos espero, somos muy conscientes de la falsedad o, por lo menos, de la falta de seguridad de nuestras afirmaciones.


Acabamos, por tanto, viviendo en un mundo pervertido por nuestra realidad imaginaria que depende de la colaboración activa de aquellos, conscientes o inconscientes, que nos rodean. Parece que se trate de la paja en ojo ajeno de la que en algún libro se trata, y así es. Se nos advierte de la realidad podrida que sólo unos pocos (locos) pueden sentir, y que los demás no ven, pero cuyo afán contribuye de forma decisiva a su existencia. Todo empieza con una MENTIRA.-
ññññññ
Complejos de todo tipo proyectados en los demás que tiene Envidio, ambiciones de D.ª Codicia, hambre del Sr. Gulo, sexo-dependencia de D. Lujurio… Todos estos, y algunos más, con nombre propio. Pero es que, además, los hay de apellido con solera como mi querido amigo, D. Avaricio Lujuria Gulo Pereza. Somos todos estos, y no nos vemos reflejados.

Volviendo a la realidad pervertida de la que hablábamos antes, vamos a tratar de verla imaginando, pues sólo se trata de imaginación podrida. Imaginemos a un cura que imagina que Cristo le hace una carta de presentación para el Vaticano; imaginemos a un gordo que imagina que todos son gordos menos él; imaginemos a un campesino que imagina que le da ordenes al dueño de la tierra que trabaja; imaginemos al promiscuo que imagina que todos lo son; imaginemos a un niño que imagina que es un hombre; imaginemos a un borracho que imagina que todos beben menos él… el mundo del revés ¿verdad?, creo que no.

Este mundo imaginario, es el mundo en el que vivimos; sólo abre los ojos e imagina que los demás imaginan.
ññññññññ



No creas, sólo debes saber. Y si no sabes, CALLA.





Matando el tiempo,
En la Cañada un dia de de junio


11 comentarios:

cdeburgos dijo...

Estoy de acuerdo contigo, y me acuerdo de unos versos que decía Zahara, en Aben Humeya "a mis pensamientos como un eco han respondido esos trágicos lamentos que sin respirar he oído", supongo que ser conscientes de que es así puede ayudar a mejorar las cosas y que cambien a otra realidad más noble.

Baruk dijo...

Creo que a ese “defectillo” humano que describes se le conoce como inercia.

Seguramente es un pecado como cualquier otro de los que has nombrado... Bueno, rectifico, aún es peor. Porqué dejarse llevar por la inercia de la costumbre sin plantearse por qué hacemos o decimos esto o aquello, es haber nacido para no aprender nada de nada. Y como diría un sabio amigo mío, nacer pa na, es tontería.

Y ya la hemos fastidiado.

Saludos reflexivos

*

KALMA dijo...

Hola! Cómo dice Baruk "nacer pa na, es tontería" jajaja, al ilustre señor que mencionas le falta un apellido "envidio" se convierte en un ser plagado de virtudes.
Malvís, mi buen conciliador, hay tantas cosas que sólo se sustentan de la costumbre y quien no sueña con un mundo de revés, con el lobito bueno, y la bruja hermosa, el principe malo, el pirata honrado y ¿Por qué no? Todo lo que existe puede evolucionar y es bonito pensar que todo puede ser, como la canción infantil.
Abrazo y besote!!!

Alkaest dijo...

Dicen que "Dios" no juega a los dados, pero ¿y si fuese cierto? ¿Y si "Dios" jugase a los dados? ¿Y si tan sólo, fuésemos monedas que se apuestan en un inmenso juego cósmico?
O, más "gracioso" todavía. ¿Y si tan sólo fuésemos, el sueño de un "Dios" loco?

Salud y fraternidad.

Furacroyos dijo...

Todos los comentarios son muy sugerentes. Especialmente el último. Leía hace poco, estimado Alkaest, un artículo sobre la materia oscura. Mi afición por la astrofísica, por una comprensión lógica y ordenada del cosmos, que desde la infancia me acompaña, se topa con una extraña manera que tienen los astros para ordenarse. Parece, decía el artículo, que el Universo no se expande a una velocidad constante, que hay algo que lo retiene, y algunos se atreven a prever una futura implosión. Pues bien, partiendo de lo objetivo, y de esa idea de orden -que asumo que puede llegar a ser enfermiza- entendí a Dios. Fides et ratio, no son para mí las dos caras de Jano, sino que se complementan hasta el punto de utilizar la fe para acercarme, a través de la razón, a Dios, a pesar de que el final pueda llegar a ser tan inesperado, loco y oscuro como la materia causante de esa gran implosión cósmica. Si lo que hay de dioses en nosotros -por imagen y semejanza- nos convierte en creadores, la realidad perceptible resultante de nuestra actividad creadora a través de mentideros a todos los niveles, no es locura sino libre albedrío que, lejos de elevarnos espiritualmente, nos hace esclavos de nuestras mentiras y realidades a medida.

Alkaest dijo...

Compadre Furacroyos.

Por lo que respecta a la "comprensión lógica y ordenada del cósmos", permite que te remita a la máxima filosófica de Abrenoite, el murciélago de la Fraga:

"Si quieres ser feliz,
como me dices,
no analices, muchacho,
no analices..."

Salud y fraternidad.

Furacroyos dijo...

Tienes muchísima razón. Recuerdo la historia del que herido por una flecha, cuando se disponían a socorrerle y curarle la herida, se negó hasta que no dijeran que tipo de arco se había utilizado, desde que distancia se había disparado, a que familia pertenecía el arquero... Transcurrió un tiempo precioso que debía haber dedicado a curarse, y murió. Tomo nota.

juancar347 dijo...

Me gustas cuando callas porque estás como ausente, decía el poeta. No termino de pillar esta entrada y la parábola que encierra; el silencio, a veces, es un dón y otras, por el contrario,una maldición. Todo debería ser en su justa medida. Hay muchas cosas que no sé, ¿pero eso es motivo suficiente para callar? ¿De qué serviría, entonces, el poder de la expresión, que en el fondo, nos diferencia de los animales?. La historia del me han dicho es tan antigua como el hombre, algo intrínseco a la naturaleza humana, que puede que no implique más que la vergüenza que sentimos de hablar de nosotros mismos o quizás el freno de evolucionar por temor a equivocarnos. Ya lo dice el refrán, el que tiene boca se equivoca. Y a base de bocazas y equivocaciones, el mundo evoluciona. No hace mucho, alguien me dijo que escribiera siempre sin miedo, sin importar lo que otros llegaran a pensar. Soy el primer en reconocer muchas equivocaciones cuando escribo, pero ¿eso es motivo suficiente para dejar de escribir?. En fin, Mío Cid, que me he ido por los cerros de Úbeda. Será que tengo un dolor de muelas espantoso y la cabeza más abotargada que de costumbre. En fin, Furacroyos, espero ser más lúcido a la próxima. Un abrazo a todos

Furacroyos dijo...

Embotado estaba yo cuando escribí estas líneas. Andaba en la oscuridad de mis galerías, en las que no me siento nada cómodo. Verás, no me refería a no compartir reflexiones, experiencias o des-conocimientos, sino a juzgar. Pensaba en la conversión en corderos expiatorios de aquellos sobre los que proyectamos nuestras miserias. Sólo eso. De ahí que el silencio del "si no sabes calla" lo convirtiera en mi primer escalón hacia la introspección. Entiendo que el imperativo de la reflexión final es incómodo. Digamos que me decía mi mismo "cállate" para poder decir algo. Además te haré una confesión: nunca antes había escrito absolutamente nada de estas características, porque siento una vergüenza enorme.
Un abrazo.

Furacroyos dijo...

Perdona... que me te mejores del dolor de muelas.

Un abrazo

Fendesporquenotecallas dijo...

La realidad, es lo que tiene, es menos creíble que la mentira (cualquier novelista lo sabe, como en el chiste de la vaca..."si te digo la verdad no te lo vas a creer"). Alguien decía por ahí que el lenguaje es un invento de los hombres para ocultar los pensamientos. Realmente parece que vivimos más en la imaginación que bajo nuestros pies. De todas formas, como decía otro: "Es mejor cerrar la boca y dejar que piensen que eres un estúpido, que abrirla y despejar todas las dudas". Por si acaso yo me callo. Saludos de los de verdad a todos y besos reales y figurados a todas.


Publicación 2006
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